Quédate con nosotros,
Que la sangre del santo
y la sangre del que peca
laten en tu mismo corazón.
Tu espalda
golpeada es el mapa
del bien y
el mal que cometemos.
Tu rostro
ensangrentado
y lavado por tus lágrimas
es la ternura olvidada.
Porque tú no
excluyes a nadie:
A todos nos
abres el corazón
pues todos
vivimos
en ese cuerpo herido y torturado
Tu cruz es nuestra
cruz,
tu sangre nuestra sangre,
tus lagrimas
nuestros lloros.
Por eso no
te vayas de nosotros.
Jesús con la
Cruz,
que sintamos
el golpeteo de tu cruz
en los adoquines
de nuestra vida
Tú que la
llevas al hombro y a rastras.
(Dedicada a la Real Cofradía de Jesus con la Cruz y Cristo Resucitado)
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