Han estado “peladas” para cumplir con sus presupuestos que ha
recortado hasta el extremo y ahora por fin van a cobrar la subvención del Ayuntamiento
que se les había asignado. Que ya son ricas es un modo de hablar con algo de
sarcasmo, pues nunca lo han sido. Debido a la tremenda crisis que están pasando
y que repercute de un modo muy determinado en estas asociaciones religiosas, el
número de cuotas han bajado, hay más bajas que altas de nuevos cofrades, las loterías
son más difíciles de vender…
Ahora han cobrado alrededor de unos tres mil euros, de dos
años que se les debía. Un pequeño
respiro, que les permite seguir adelante sobre todo a las cofradías que son
pequeñas y modestas. Sus Hermanos Mayores estan contentos. Algunos dicen que esta ayuda es “pan para hoy y hambre
para mañana”. No obstante, hasta esto es bueno. Las crisis y los obstáculos tienen
–si no se perece en el intento- su lado bueno: te obliga a agudizar el ingenio,
te hace más fuerte.
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