Por un problema de virus, he estado bloqueado por mi ordenador que me impedía comunicar por correo, facebook y blog con mis amigos. Ahora retorno después de haber casi pasado esta semana presidida por la suave y persistente lluvia, las obras que hemos empezado por fin en la sacristía y la preocupación por el robo en el templo.
Lo del robo del templo me asusta cada vez más, pese a no haber habido consecuencias graves, pero me preocupa porque éste puede ser ensayo de un nuevo asalto que los cacos tramaran hacer en el recinto del templo. Y lo peor puede ser que realicen un saqueo o que rompan y destrocen cosas muy veneradas y queridas por nosotros. (Creo que estoy pecando contra la fe en la Divina Providencia)
O sea, que cada vez que pasa más tiempo, yo me aterrorizo más. Y eso que desde el primer día hemos tomado medidas: mayor vigilancia, registro de rincones antes de cerrar, y fortificacación de cerraduras interiores y exteriores. Pero ya se sabe , la rutina tornará hacernos a bajar la guardia.
¡Ah!, y tengo que agradecer a todos los que me habéis escrito y preocupadao por este desdichado evento.
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