martes, 6 de agosto de 2013

Vamos al cine: "Antes del anochecer"


Antes del anochecer (EEUU, 2013) de Richard Linklater
Tercera entrega de la vida de una pareja.

A lo largo de la historia del cine, se han producido por distintos directores trilogías de películas, que hablaban y desarrollaban un mismo tema, o recorrían el trayecto vital de distintos personajes. Recuerdo a François Truffaut, con sus películas sobre el personaje de Antoine Doinel o la trilogía de “El padrino” de Francis Ford Coppola; También y fuera del cine europeo menciono la trilogía del hindú Satiajat Ray  "Apajarito" o la más reciente del turco Semih Kaplanoglu, la "Trilogía de Yusuf”: (Huevo, Leche” y “Miel”. Pero es excepcional que un mismo cineasta haya dirigido con los mismos actores tres películas en tres periodos largos de su vida. "Antes de amanecer" (1995), "Antes del atardecer" (2004) y ahora, "Antes del anochecer" (2013) Es una trilogía de películas se excelente calidad artística, de enorme interés humano, sobre la relaciones de pareja y que aportan una enorme aportación  la intrahistoria de hombre que vive a finales   del siglo pasado y principios de este.
 En la primera entrega dos jovencitos viajeros se encuentran en un tren. Sienten una atracción indefinida entre ellos y deciden bajarse juntos para callejear por las calles de la ciudad de Viena. Él es americano (Ethan Hawke), ella es francesa (Julie Delpy). En la segunda película ellos vuelven a encontrarse nueve años después en una cita previa, paseando por las calles de París. En “Antes del anochecer”, la tercera entrega, ellos están ya casados. Tienen dos hijas gemelas. No los encontramos ahora en Grecia en tiempo de vacaciones. Acaban de despedir en el aeropuerto a un chico adolescente, hijo de un primer matrimonio de él. Asistimos entonces a prolongadas conversaciones entre ellos; durante el regreso en coche del aeropuerto; en la fiesta al aire libre que hacen con sus amigos; después en la secuencia más central y nuclear en la habitación del hotel.
Esta es una película de textos, en la que no pasa nada, donde la acción exterior es casi nula, Al estilo del cine de Rohmer, pero los grandes paisajes del interior del alma desfilan ante nosotros a través de sus diálogos, sus  risas. sus enfados, sus ilusiones.

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