“Tú dame pan y
llámame tonto” es lo que seguramente pueden pensar aquellos que por la
necesidad no tienen ni siquiera tiempo para ver la mano que le da el pan. Pero
los que podemos, dentro de nuestras posibilidades, repartir ese pan hemos de
saber muy bien cómo tenemos que hacerlo.
Jesús dijo: “es mejor
dar que recibir” y ésta es la suerte que nosotros tenemos. El que da recibe mayor
recompensa que el que recoge. Sí e mejor
dar porque eso implica generosidad, es mejor dar, dar, dar porque significa entrega,
sentido de lugar en el mundo.
La marca PORCELANOSA ha entregado al Arzobispo de Valencia para que lo distribuya
10.000 cajas bien surtidas de alimentos como las que entrega a sus empleados.
Se hará a trasvés de Cáritas. Hace unas semanas
Amancio Ortega, el dueño de ZARA, entregó a Caritas un voluminoso cheque de
euros. Bien está, siempre que la sospecha de auto publicidad no sea motivo
oculto.
Si es verdadera caridad
esta no es virtud de débiles, sino reconocimiento de derechos iguales para
todos, y cierto silencio y callado proceder siempre la enaltece.
Así hacemos que
nuestra caridad se realice también Jesús decía que había que hacerla “Lo que
hace tu mano derecha que no lo sepa tu izquierda” Sin duda el anonimato añade
aún más valor a un acto por si más que valioso: Dar pan al que no tiene.
No es caridad sino
justicia, no es limosna sino solidaridad, no es propaganda sino anonimato, no
es compasión sino protesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario