Golpe de efecto

 Clint Eastwood  tiene ya muchos años. Y como algún que otro veterano director –Woody Allen, por ejemplo-  todavía sigue produciendo, escribiendo, musicando, dirigiendo e  interpretando películas. Aun cuando aun son muy recientes, algunas de ellas  siguen teniendo el brío, empuje, fuerza de un autor que parece juvenil, con el poso y serenidad de la edad madura;.Filmes que siguen asombrándonos por su factura y por su temática y por sus discursos que en Eastwood siguen siendo muy políticamente incorrectos.

“Golpe de efecto” no la ha dirigido Clint Estwood y sin embargo, todo recuerda demasiado a las películas de Clint Eastwood. El protagonista principal, el viejo cascarrabias que desprecia las “moderneces” de hoy, que mira con dolor su pasado en muchos momentos perdido, que sabe afrontar la decadencia de su vejez, que cree pese a todo en la esperanza que puede vivir en la juventud -si ésta sabe aprender-, el resistente ante los intereses y derechos de estado. Pero todo esto ya lo tenemos bien visto en el cine de que él mismo dirigió. Verlo ahora en esta película (dirigida por su ayudante de dirección) sabe guiso recalentado y pasado, a refrito. Demasiados pleonasmos de imagen, demasiadas sobre actuaciones, abundantes subrayados se juntan a mentiras de guión con trampas (¡esa confesión que hace a su hija!) y para colmo el filme no llega a focalizar del todo el núcleo de su mensaje. Asi, que, Robert Lorenz, mejor ayudes a Eastwood en la dirección y deja al maestro actuar.