Estos días notamos, según se acercan las fiestas
de la Navidad, una subida de la temperatura de la generosidad. Junto a la
constatación de que la crisis económica va adelante, la necesidad de ahorro es
mayor, porque los presupuestos familiares y personales no llegan, sabemos y
pensamos que somos más pobres. Y esto que nunca será positivo: no queremos crisis,
no queremos pobreza, quizá nos obliga a pensar en los demás.
En muchas instituciones, parroquias,
colegios, asociaciones se hacen colectas de donativos, se recogen alimentos
para repartirlos entre los más necesitados. Bien está si esto es el principio
de una generosidad y preocupación por los demás que se debe alargar durante
todo el año.
Por de pronto, la Campaña del Kilo que se ha
hecho en la Parroquia ha provocado que Cáritas haya recogido este año un montón
de alimentos que los voluntarios de la Caritas de esta Parroquia de los Ángeles
de El Cabanyal ahora ha empezado a repartir. Ha sido un éxito de colaboración y
desde aquí envío mi agradecimiento por la generosidad de tantos.
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