El ciego de nacimiento del Evangelio de San Juan, es todo un símbolo. En
general la carencia del sentido de la vista siempre nos indica metafóricamente la pérdida de
horizontes y sentido en la vida humana.
Saramago en su novela “Ensayo sobre la ceguera” decía que esta era
como “una parábola de la sociedad actual, trascendiendo así el significado de ceguera más allá de la propia carencia física de la vista”.
En el trayecto sin rumbo de aquel mendigo ciego se interpone Jesús. El ciego se
encuentra con alguien que le puede dar la luz. Jesús se hace el encontradizo y se esfuerza por elevar a
otro nivel la dignidad de este hombre no sólo con la luz de los ojos,
sino también con la
aceptación por parte del
mismo Dios. Expulsado de su religión, y repudiado por su propia familia, encuentra en
Jesús su familia,
Dios y su religión.
Sólo hace falta
un acto de fe en Jesucristo, ratificado con el Bautismo, y el mundo y la vida se
verán con distinta luminosidad.
Solo , el amor a Dios , nos hace vivir realmente ; para ver no bastan los ojos Jesucristo en su infinita misericordia , nos indica que debemos ser misericordiosos con nosotros mismos , y con los demás siempre con la humildad que nos trasmite Jesús.
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