Mañana es la fiesta de la Virgen de los Dolores con la que en cierto modo comienza la Semana Santa popular. El llamado «Viernes de Dolores» tiene por protagonista a la Virgen María como alguien sumamente cercano a Jesús de Nazaret, el Cristo que sufrió muerte en la cruz y al tercer día resucitó. Es el recuerdo dela madre que perdió a su hijo.
Mañana pues, desde la parroquia de Los Angeles de El Cabanyal (al igual que en El Canyamelar y en el Grau) saldrá la venerada y bella imagen de la Virgen de los Dolores después de una Misa Solemne, a la calle, a saludar a todos sus hijos cabanyaleros. La portarán los costaleros y la acompañarán con elegante chulería, paso marcial y alegría profunda en el corazón, la Corporación de Granaderos de la Virgen, vestidos como militares franceses de nuestra antigua guerra de la Independencia -sable de plata, morrión, uniforme de terciopelo, botones dorados, charreteras de plata…_. A su lado , las clavariesas con mantilla. Sin duda esta procesión es el prólogo de la Semana Santa Marinera. ¡Qué gran preludio!
Yo me acuerdo de cuando hace unos años estaba con ese grupo entusiasta de cofrades y clavariesas, siempre con la misma ilusión y alegría para vivir sus tradiciones y amar cada vez más a la Virgen Dolorosa. En la Eucaristía, a la hora de leer el Stabat Mater, lo escuchábamos con el fondo musical de la cantata de Pergolesi, delante de la Madre llorando al Hijo, de riguroso luto. A mí siempre me ha recordado la angustia y el dolor de las mujeres de los pescadores con el corazón encogido, esperando en la playa al marido o al hijo que regresan del mar despues de la galerna.
«¡Qué soledad sin colores.
Oh, madre mía no llores.
Cómo lloraba María.
La llaman desde aquel dia
La Virgen de los Dolores!
Gerardo Diego.
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