Aunque con frecuencia desde el Vaticano nos suelen llegar -a excepción de lo referente al Papa Francisco- no muy buenas noticias -condenas, prohibiciones y excomuniones- lo cierto es que estos días Roma nos ha traído una buena noticia: la Congregación de la Causa De los Santos ha aprobado sendos milagros atribuidos al papa Pablo VI y al obispo y mártir Oscar Romero.
Sabido es que para “subir a los altares” hace falta cierto protocolo estricto, uno de ellos el que los candidatos a santos se le atribuyan serios milagros. El proceso suele ser muy lento aunque a algunos se les acelere. Omito nombres y causas.
A mi me alegra mucho que Romero y Pablo VI - dos personas que independientemente de que aún no hayan sido proclamados santos han sido para mí los mejores testigos de una fe cristiana abierta al mundo y transformadora de la sociedad- en elpróximo mes de octubre serán reconocidos oficialmente y por la iglesia como santos, es decir además de intercesores, modelos para la vida personal del cristiano.
¡San Pablo VI y San Oscar Romero rogad por la iglesia, rogad por nosotros!
No hay comentarios:
Publicar un comentario