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| Un plano de "je vous salue, Marie" |
Andamos sumidos estos días en la celebración gozosa y festiva de las Fallas, una fiesta que surgió alrededor del patrono de los carpinteros, san José. La fuerte expansión hoy día como fiesta principal de Valencia ha relegado a san José casi a un tercer lugar cuando no al homenaje de una "misa fallera" o un ramo de flores en el puente de su mismo nombre. Es el papel y sino del padre adoptivo de Jesús de Nazaret: el anonimato, el silencio del trabajo bien hecho. Como en los evangelios José el carpintero aparece y desaparece un poco al antojo del narrador.
En el cine ocurre lo mismo. No se ha realizado ninguna película importante sobre esta también importante preciosa figura. Conozco una película ya antigua que presentaba la vida del carpintero de Nazareth. De calidad artística muy pobre y a la vez demasiado catequética, “muy beatifica”. Es el mal que suele padecer el llamado cine “cristiano”: no es un ine provocador, parece una estampita. Sin embargo, de otro modo, aunque no en el papel principal el personaje de San José aparece muy bien tratado, dentro del contexto de la vida de Jesús. Recordamos especialmente el filme de Pasolini "El Evangelio según San Mateo” o el “Jesús de Nazare de Zefirelli” o la polémica “La última tentación de Cristo”. Mención aparte merece el filme de Jean Luc Godard, -una gran película- que provocó gran escándalo en su tiempo,-escádalo que a mí siempre me ha parecido farisaico, “Je vos salue, Marie”, donde San José es un taxista casado con una muchacha, María, en el Paris de hoy.
Escribo esto porque hoy es San José, el día de mi santo y el de muchos de mis amigos: a todos felicito de todo corazón.
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