Se ha muerto Juan Gelman, el
poeta argentino que denunció el dolor sin ira.
(Cada vez que se muere un poeta,
se muere algo nuestro,
Porque se muere una voz, y parece
menguar la palabra)
Queda su obra, que no son solo
sus versos sino el testimonio de lo que en su vida buscó y contempló: la verdad
de la belleza
Gracias por ese poema póstumo que
hablaba, y no sin ironía, de su propia muerte
Descansa en paz.
Verdad es
Cada día
me acerco más a mi esqueleto.
Se está asomando con razón.
Lo metí en buenas y en feas sin preguntarle nada,
él siempre preguntándome, sin ver
cómo era la dicha o la desdicha,
sin quejarse, sin
distancias efímeras de mí.
Ahora que otea casi
el aire alrededor,
qué pensará la clavícula rota,
joya espléndida, rodillas
que arrastré sobre piedras
entre perdones falsos, etcétera.
Esqueleto saqueado, pronto
no estorbará tu vista ninguna veleidad.
Aguantarás el universo desnudo.
Juan
Gelman
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