miércoles, 22 de enero de 2014

Prédica en la Pobla de Vallbona



Hoy he estado en la Pobla de Vallbona, en la fiesta en honor de San Sebastián, en la celebración de la solemne Eucaristía del día grande de este para mí entrañable pueblo. Me invitó el cura párroco, para pronunciar el sermón en la solemne Misa Mayor. También he presidido esta celebración. Con el templo lleno, he pronunciado un sermón del que he quedado, si se puede decir, bastante satisfecho.

Alrededor de la figura del mártir San Sebastián, he hablado del testimonio de la fe en el martirio, de la habitual persecución  (no violenta) que todo cristiano auténtico puede sentir en su vida, como le pasó a Jesús de Nazaret, como le pasó al soldado Sebastián.

Después mi reflexión con motivo de la fiesta de este santo ha sido hablar de la fortaleza cristiana. Fortaleza que sólo se robustece avivando la fe, alimentada por la palabra de Dios, por los sacramentos, por la oración. Por último como respuesta a ese miedo natural que se puede tener al sentirse perseguido, reflexioné en voz alta sobre la Providencia de Dios: si El cuida de los gorriones, ¿no va a cuidar de nosotros?

Al acabar la Misa, con los compañeros sacerdotes que eran muchos, hemos participado del original pasacalle con mascletá. Largas calles llenas de traca, que ardía y explotaba a la vez que la gente detrás la seguía. Luego hemos comido juntos. Una bonita jornada

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