Ayer, en muchos pueblos de
nuestra comunidad valenciana, se celebró la fiesta de San Antonio Abad, que
oficial y litúrgicamente es el día 17 del presente mes. Se traslada al domingo
y así la gente acude más con sus mascotas para que el cura de turno las bendiga.
Es verdaderamente una fiesta
entrañable y muy llena de colorido. Sant Antoni, “el del porquet”, ha devenido
en ser patrón protector de los animales, porque según la leyenda, los animales
le aportaban la comida que necesitaba. Un cuervo le traía todos los días el pan
que necesitaba. Lo del cerdo, ya es otra música, porque en la iconografía el
cerdo era el símbolo del demonio que lo tentaba, por lo que cual San Antonio no
creo que fuera muy amigo del puerco.
A mí, ayer mismo, entre y
misa y misa, me trajeron un perrito y un hurón
para que los bendijera. El
perrillo me miraba con ojos asustados, y el hurón con ojitos escrutadores,
mientras les echaba agua bendita.
Aquí cerca, en la Ermita de
Vera, sí que se hizo una gran solemne bendición. Era una fiesta total. Aunque
yo llegué tarde, estuve un buen rato viendo la rifa larguísima que como final
del evento se organiza con motivo de la fiesta.
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