Pero hay tesoros y tesoros. Ahora mismo, por ejemplo todos apreciamos inmensamente como un gran tesoro nuestra salud, amenazada tan gravemente por la pandemia. Otros pueden pensar que la riqueza, el poder, el prestigio son tesoros que pueden dar sentido a sus vidas. Está claro que se equivocan, aunque no lo aprecien. Después vienen las consecuencias: Temor a perder se convierte en un oscuro tormento.
Dice Jesús en su evangelio que para un creyente el mayor tesoro sin duda es el reino de los cielos . Poseer es tener lo más grande de la vida. Estoy pensando ahora en Frodo, el protagonista de “El Señor de los Anillos. Ese gran tesoro que es el anillo es un tesoro equivocado porque a aquel que lo posee lo torna en desdichado, siembra la infelicidad a su alrededor y se convierte en un esclavo de él. Que se lo pregunten al Golum!
Porque el tesoro de verdad está en el corazón. Frodo con su voluntad de cumplir la misión que le encarga Gandalf: destruir el anillo del poder, ha encontrado en su corazón el verdadero tesoro. Porque dónde está su corazón es donde está su tesoro.
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