Hace casi un mes se ordenaron en la catedral de Valencia ocho nuevos sacerdotes, ocho jóvenes que se van a dedicar a la pastoral parroquial dedicada a los cristianos de la diócesis de Valencia. Es una gran alegría para todos, una bendición de Dios que todos hemos de agradecer. Pero eso no puede hacer que echemos las campanas al vuelo: cada vez faltan mas sacerdotes para cubrir los distintos misiones de la parroquia. Valencia siempre ha tenido un clero numeroso pero eso fue en los viejos y gloriosos tiempos.
Ahora el porcentaje de sacerdotes que en principio ya deberían estar jubilados y que pasan de los 75 años es cada vez mayor y no quedan sacerdotes para cubrir tantas plazas. La Iglesia tiene que pensar, descubrir e imaginar nuevos sistemas para atender la estructura de las parroquias que en las ciudades están ya en tela de juicio. Muchas de ellas ya no son capaces de coordinar esta situación de nueva evangelización que necesitan las comunidades cristianas.
Creen algunos cristianos que levantando la ley del celibato, las vocaciones al sacerdocio aumentarían. Creo que esa no es la solución.
Hace falta una especie de revolución en el entendimiento del servicio pastoral a los fieles. El sacerdote no tiene porque hacerlo todo. Ha sido ordenado para estar al servicio de los fieles que debe realizar a través de la administración de los sacramentos, la predicación de la palabra, animación de la oración, el ejercicio de la caridad.
Todo lo demás que conlleva una Parroquia (grupos parroquiales, actividades diversas, coordinación parroquial, acción social, transmisión de la fe, administración, etc.,) no tiene por qué hacerlo él: deben ser los laicos quienes se responsabilicen de ello.
Llama pues entonces mucho la atención esta noticia producida en Alemania: y que publica la revista VIDA NUEVA:
La diócesis de Münster en Alemania nombra por primera vez a un laico como ‘párroco’ Werner Heck coordinará las actividades pastorales de la parroquia de San Jorge, en Saerbeck De forma “experimental” contará con la ayuda de un sacerdote de una región vecina.
El Derecho Canónico no prevé que un laico pueda desempeñar el título de párroco ni ofrece categorías alternativas a este modelo que según el director de personal de la diócesis Karl Render, es “un nuevo modelo de liderazgo que entra en fase experimental”.
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